En junio de 2021, el Tribunal Supremo de Estonia (Riigikohus Tsiviilkolleegium) se pronunció sobre la remuneración que debe abonar una escuela de danza por la comunicación al público de fonogramas. En el asunto que enfrenta, por un lado, a la Entidad de Intérpretes de Estonia (Mittetulundusühing Eesti Esitajate Liit) (demandante) y el dueño de una escuela de danza sin ánimo de lucro (demandado).