Internacional: Los servicios tecnológicos de identificación de música continúan su desarrollo
- 6 Mar, 2017
Daniel Somoza Villarón.
Los prestadores de servicios de identificación tecnológica de música son una herramienta fundamental para el funcionamiento eficiente de las entidades de gestión. En un primer momento, estos servicios, como Shazam, nacieron para que el consumidor pudiera rastrear una canción que estaba sonando en un momento determinado. Posteriormente, dada su utilidad, con el fin de mejorar los procesos de reparto a sus socios, las entidades de gestión empezaron a firmar contratos con empresas como Bmat o Djmonitor, que prestan servicios de monitorización para identificar cuándo y dónde ha sonado una canción y a quién le pertenecen los derechos sobre ella.
En este contexto, Jeff Price, fundador de la empresaAudiam, (hoypropiedad de la entidad de gestión canadiense SOCAN), detectó la necesidad de extender su servicio de identificación de prestaciones musicales, no solo a organizaciones de gestión colectiva, sino también a los titulares de derechos, individualmente considerados, para que éstos pudiesen reclamar, con rigor, directamente a las plataformas online, los derechos que les corresponden por la explotación de su repertorio en tiendas digitales, como Spotify.
El funcionamiento de dicha compañía se basa en la comparación de las hojas de cálculo en las que figuran la cantidad de veces que se ha reproducido la canción en una determinada plataforma y las declaraciones de pago de royalties realizadas por dichas plataformas para determinar cuánto están cobrando y cuánto es lo que deberían cobrar, servicio que prestan a cambio de un 10%-15% sobre las cantidades identificadas, dejadas de percibir por los titulares.
Este servicio ha recibido un gran apoyo por parte de los compositores, quienes agradecen su utilidad frente a los gigantes de las plataformas de streaming. Esta herramienta ha sido utilizada, por ejemplo, en el marco de la demanda colectiva interpuesta por Melissa Ferrick y otros compositores contra Spotify, al enterarse, gracias a los datos proporcionados por Audiam, de que los derechos que recibían no se correspondían con la cantidad de veces que sus obras habían sido escuchadas.
En conclusión, cabría afirmar que el desarrollo de estas herramientas de identificación tecnológica de música es positivo, dado que incentiva, tanto a las plataformas online, como a los titulares de derechos, a lograr una mayor transparencia y eficacia en la distribución de derechos
Fuente: LA Times