Un Tribunal de primera instancia de Nueva York aprueba medidas cautelares contra modificadores de videojuegos

  • 17 Sep, 2018
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Un Tribunal de primera instancia de Nueva York aprueba medidas cautelares contra modificadores de videojuegos

Amanda Suárez Magallanes.

Un Tribunal de primera instancia de Nueva York (United States District Court Southern District of New York), aprueba la ejecución de las medidas cautelares solicitadas por Take-Two, y ordena a uno de los infractores el cese de su actividad de manipulación y distribución del software de los videojuegos. Take-Two Interactive Software, Inc. desarrolladora de famosos videojuegos, lucha contra los Cheat makers o manipuladores de código, personas, y en ocasiones empresas, dedicadas a modificar el software de los videojuegos para por ejemplo, desarrollar funcionalidades que el juego en su versión original no tiene y que permite, entre otras cosas, obtener ventajas sobre otros jugadores. La empresa creadora y desarrolladora de los videojuegos afectados reclamaba entonces cuantiosas indemnizaciones por infringir con dichas modificaciones de código, los derechos de autor de los que es titular.

El videojuego afectado en este caso, pertenece a la serie conocida como Grand Theft Auto, que introduce en su última entrega, GTA V, un modo de juego multijugador online. Antes de instalar el juego, los usuarios, han de aceptar un acuerdo de licencia en el cual, entre otras cosas, se comprometen a no crear obras derivadas basadas en, o modificar de otro modo el software -derecho de transformación– en todo o en parte y a no engañar o utilizar cualquier robot, araña web u otro programa conectado a las funciones en línea del software.

En este caso, el demandado, creó y vendió dos programas que modificaban el juego original y permitían a los usuarios de la versión online la realización de acciones que el juego original no autorizaba, como obtener ventajas sobre los demás jugadores, lo que interfería en su experiencia de juego de forma negativa. El demandado, con la creación y venta de estos programas, viola, además del acuerdo de licencia aceptado al inicio de la instalación del juego, los derechos de autor del desarrollador pues, ha ejercido un derecho de transformación de la obra para el que no tiene licencia.

Take-Two presentó las pruebas oportunas en aras de demostrar que el demandado había infringido sus derechos de autor de dos modos, el primero ejercitando un derecho de transformación para el cual no tiene licencia, pues crea una versión alternativa de GTA, basada en la del desarrollador, pero que añade elementos que insertan funciones no disponibles en su versión original; y el segundo modo, mediante la creación de copias por parte del demandado.

El demandado, por su parte, se opuso a las medidas cautelares bajo la argumentación de falta de competencia material y territorial, y que la necesidad de la adopción de medidas cautelares era discutible, pues alegaba haber dejado de trabajar en la modificación del software y de vender los programas ya creados, además de no tener intención alguna de repetir tal conducta.

Tras la demanda presentada por Take-Two y la solicitud de medidas cautelares, el juez acordó que eran oportunas, pues se cumplían todos los requisitos para ello, esto es, la apariencia de buen derecho, pues Take-Two presenta el registro de los derechos de autor y el Tribunal constata la infracción por parte del demandado del artículo 106 del Título 17 del U.S.C., que trata los derechos exclusivos del autor a autorizar y ejercer los derechos de reproducción, transformación, distribución y comunicación pública; asimismo se cumple el resquisito del periculum in mora, es decir, habría daños irreparables en caso de no concederse las medidas cautelares pues, los programas creados y distribuidos estaban provocando que Take-Two perdiese el control sobre la jugabilidad de GTA Online, dañando la reputación de la compañía de cara a los usuarios por perder el control de sus juegos, además de disuadirlos de adquirir las mejoras de juego ofrecidas por Take-Two. Take-Two alegaba que como consecuencia de todo lo anterior, no le era posible cuantificar el daño económico real.

Este no es el único caso relacionado con los creadores de trucos o cheat makers pues, Blizzard, desarrollador de exitosos videojuegos, demandó con éxito a una empresa que se dedicaba a la venta de este tipo de modificaciones de código para sus títulos. En este caso, fue un tribunal de California el que ordenó a la empresa infractora a pagar 8,6 millones de dólares a Blizzard a consecuencia de numerosos cargos por infracción de derechos de autor. Los argumentos esgrimidos por Blizzard coincidían con los de Take-Two; alegó un desvío de ingresos hacia los infractores que debían haber sido recibidos por la compañía, así como la repercusión negativa que tiene para con sus usuarios, pues que otros usuarios usasen estos trucos frustraba sus expectativas de juego.

Fuentes: Auto de medidas cautelares de la Corte del Distrito sur de Nueva York (United States district court southern district of New York), Case 1:18-cv-02608-LLS,New York Post,Daily Reporting Suite,Torrent Freak,BBC News.

 

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